Artículo de ABC Ciencia (publicado en 13/12/2016)
"La forma
de caminar de los humanos es única en la naturaleza. A diferencia de las
otras criaturas, la parte de los miembros que primero se posa en el
suelo es el talón. Después, el movimiento es completado cuando el dedo
pulgar se impulsa en el suelo. Mientras tanto, y con cada paso, el
cuerpo rebota de arriba a abajo sobre los miembros y al mismo tiempo
oscila de detrás hacia delante. El resultado final es un movimiento que recuerda al de un péndulo invertido cuyo punto de anclaje estaría en el suelo y cuya esfera subiría hacia el cielo.
Un estudio publicado recientemente en la revista Journal of Experimental Biology
ha encontrado la que podría ser una de las grandes ventajas de posar el
talón primero. Tal como han concluido, este peculiar movimiento permite
que el punto de oscilación del péndulo esté situado varios centímetros
bajo el suelo, lo que tiene como efecto alargar virtualmente las piernas y aumentar la eficacia del movimiento.
«Los humanos son muy eficaces caminando, y una de las claves para eso en todo tipo de mamíferos es tener piernas largas», ha dicho en un comunicado James Webber, primer autor del estudio e investigador en la Universidad de Arizona.
Pero los animales que necesitan ser eficaces caminando tienen varias estrategias para «alargar» sus piernas.
Por ejemplo, perros y gatos caminan sobre los equivalentes de las
almohadillas humanas, la parte del pie situada entre los dedos y el
arco. Tal como puede observarse en la foto de abajo y a la izquierda,
perros y gatos tienen lo que sería nuestro talón suspendido en el aire
(es como si ellos caminaran siempre de puntillas). Pero los humanos
tienen el talón plantado en el suelo, tal como se ve a la derecha de la
imagen.
A
diferencia de perros y gatos, los humanos solo se mueven sobre sus
almohadillas cuando están corriendo. Pero cuando caminan primero apoyan
el talón y luego basculan sobre el arco del pie para impulsarse con los
dedos.
Para Webber resultaba curioso entender por qué un fenómeno
que acorta los miembros, como es el hecho de tener el talón en el
suelo, era el mecanismo elegido por la evolución para aumentar la
eficacia a la hora de caminar.
La clave está en los pies
En este tiempo, la forma de los pies ha cambiado. Los primeros bípedos tenían pies más rígidos y largos, y eran caminantes rápidos y eficaces. El acortamiento posterior ocurrió, en opinión de Webber, quizás porque se hizo más importante pasar a la carrera para capturar presas de forma puntual.«Cuando estás corriendo, si tienes un pie muy largo tienes que empujar mucho, y esto añade mucha torsión», ha dicho Webber. «Así que la idea que defendemos es que a medida que comenzamos a correr más, nuestros pies empezaron a encoger porque no era tan importante ser caminantes tan rápidos. Realmente se hizo más importante ser mejores corredores».
Los biólogos evolutivos consideran que la peculiar forma de caminar de los humanos les permite andar y correr a una velocidad moderada durante grandes distancias. Incluso, esto se considera como una de las claves que le permitió al hombre desarrollar un cerebro mayor al de otros primates."
(Una última adaptación para la carrera corta e intensa ocasional y para la carrera más larga y de menos intensidad, que ha "diseñado" nuestros pies como cazadores-recolectores. Una función que, evolutivamente, no ha cambiado mucho desde hace cientos de miles de años entre los homininos actuales, es decir, nosotros como especie. Como el naturalista J. B. de Lamarck: "La función crea el órgano", que también podemos interpretar, en sentido negativo,ya que -si se deja de utilizar- acaba atrofiándose. Josep M. Vert).