lunes, 12 de junio de 2017

Somos seres químicos

Somos el producto de nuestra bioquímica

Extraído del libro: Evolve your brain: The science of changing your mind,

de Joe Dispenza.

Los seres humanos "somos el producto de nuestra bioquímica, tanto nuestras células como nuestros estados de ánimo, nuestras creencias, percepciones sensoriales, emociones e incluso lo que experimentamos y aprendemos."

Con cada uno de nuestros pensamientos, "producimos sustancias químicas que, a su vez, provocan sentimientos y otras reacciones corporales. Nuestro organismo se acostumbra al nivel de sustancias químicas que circulan por el torrente sanguíneo, rodean nuestras células o inundan nuestro cerebro."
Tenemos tres medios para comunicarnos químicamente: los neurotransmisores, los péptidos y las hormonas.

Candance Pert propone un modelo nuevo: el cerebro químico, como un segundo sistema nervioso. Un "sistema de base química, sin lugar a dudas, el más antiguo y más básico para el organismo. (...) péptidos como las endorfinas, por ejemplo, que se fabricaban en el interior de las células mucho antes de que existieran las dendritas, los axones e incluso las neuronas; de hecho, antes aún de que existieran los cerebros."

Como seres químicos que somos, "nuestros estados de ánimo, nuestras creencias, percepciones sensoriales, emociones e incluso lo que aprendemos y experimentamos" producimos millones de y millones de reacciones químicas y operaciones al respirar, digerir, luchar contra las infecciones, movernos, pensar, sentir...

"Cuanto más experimentamos una emoción en particular, más receptores desarrollaremos para esa emoción en nuestras células."

Los "mensajeros de nuestras emociones" son los péptidos. Y todas las células de nuestro organismo disponen de receptores para ellos, formados por proteínas. El número de receptores de una célula diana no permanece constante a lo largo del día, ni siquiera en un mismo minuto. 

"El cuerpo hace lo que está acostumbrado a hacer. Quiere preservar el estado químico al que nos hemos habituado." Cuando nos son muy familiares unas determinadas emociones, acabamos reafirmándonos a nosotros mismos como una "persona que siente de terminada manera", identificándonos con ella. (...) Dado que una de las funciones biológicas principales  es el mantenimiento del equilibrio homeostático, haremos todo lo que esté en nuestra mano para mantener esta continuidad química, basada en las necesidades celulares más básicas a nivel biológico. El cuerpo se ha convertido ahora en la morada de la mente."

"Sabemos que los péptidos son pequeñas proteínas que se comportan como mensajeros químicos, que se producen en el hipotálamo y son liberados en la hipófisis. Cuando llegan al torrente sanguíneo, se abren camino hasta los distintos órganos y tejidos del cuerpo. (...) Una vez que un péptido se une a su receptor, la estructura de éste cambia y envía una señal al ADN celular." (...) Todas las células son máquinas productoras de proteínas. (...) El ADN celular es el que se encarga de la producción de proteínas. Y estas se componen de moléculas más pequeñas llamadas aminoácidos. Cuando un péptido se une a su receptor, deja instrucciones para desenrollar el ADN celular a fin de comenzar la fabricación de las distintas proteínas relacionadas."

"Si las células reciben las mismas órdenes químicas correspondientes a los mismos estados emocionales, nuestros genes empezarán a desgastarse; sería algo así como llevar un coche siempre en la misma marcha. Si el ADN comienza a utilizarse demasiado, las células fabricarán proteínas más 'baratas' a partir de ese ADN." (...) Este desgaste es el resultado de la producción inadecuada de proteínas. (...) Cuando fabricamos proteínas más baratas, el cuerpo empieza a debilitarse."

"La expresión de la vida es la expresión de las proteínas. si siempre les damos a las células las mismas órdenes basadas en las mismas actitudes asociadas con los mismos sentimientos, fabricaremos los mismos péptidos. En consecuencia, no enviaremos nuevas señales a las células paraque activen la expresión de nuevos genes." (...) Si vivimos los mismos sentimientos día tras día, ten por seguro que esas sustancias químicas acabarán por desgastar el ADN celular y comenzarán a fabricar proteínas alteradas. El ADN de la célula empezará a funcionar mal."

"Todas nuestras actitudes emocionales (algunos creen que son causadas por cosas ajenas a nosotros) no son sólo el resultado de lo que percibimos en la realidad en base a nuestra estructura neurológica, sino también de lo adictos que somos a los sentimientos que deseamos sentir." (...) La continuidad química de cualquier estado emocional que haya mos mantenido a los largo de los años con los mismos sentimientos diarios, provoca pensamientos que se vuelven contra nosotros. A fin de cuentas, lo que pensamos y nuestra forma de reaccionar nos afectan. Ahora podremos comprender el verdadero significado del dicho: 'Cuando juzgamos a otro, en realidad nos juzgamos a nosotros mismos'."

"La expresión de proteínas es la expresión de la vida y de la salud. Así pues, ¿quién da las ódenes para crear las sustancias químicas que determinan la expresión de la salud? Nosotros. Es nuestra actitud, tanto consciente como inconsciente, la que activa las redes neurales que desencadenan la producción de sustancias químicas en el hipotálamo, que a su vez envía señales a las células en forma de péptidos, que a su vez activan el ADN para expresar nuestros genes a fin de fabricar proteínas, ya sean las mismas o diferentes. Para cambiar las proteínas que expresamos a nivel celular y que afectan a nuestra salud, debemos cambiar nuestra actitud a fin de que las células reciban una nueva señal." (...) Puesto que la expresión de las proteínas es lo que determina la salud corporal, nuestras actitud y nuestra forma de controlar los pensamientos tiene mucho que ver con nuestra salud (en general)."

¿En qué "modo" vivimos?

Puedo equivocarme, pero tengo la percepción de vivir en una sociedad donde mucha gente se ha instalado en la "mentalidad de la creencia". Y es que "creer" significa dejar de investigar, dejar de dudar, de impusarse por la curiosidad y el deseo de avanzar. Cuando uno cree, deja de hacer todo ésto. Se crea una "mentalidad fija", lo contrario de una "mentalidad creativa". Esto empobrece la investigación, como digo, paralizando la evolución.
Profundizando un poco más, resulta que esta mente fija o de la creencia, responde ante cualquier reto, ante cualquier objección a sus planteamientos, de manera casi automática, en "modo supervivencia": con patrones de ataque, huida o bloqueo; los que tenemos instalados en nuestros cerebros de mamíferos desde hace millones de años, a los que recurrimos como "Hommo sapiens sapiens" automáticamente. Esto significa que gran parte de nuestro estrés no se ha resuelto intelectualmente, que hemos respondido con las estructuras más arcaicas de nuestro cerebro que no nos hacen avanzar, sino mantenernos en el mismo lugar sintiendo nuevas amenazas que vienen solo de lo que se establece como CREENCIA GENERAL...
¿En qué "modo" vivimos? ¿En "modo supervivencia", atacando, huyendo o bloqueándonos en nuestras creencias? ¿Somos capaces de ver en las diferencias la riqueza que nos hace plantearnos nuevos retos, evolucionar, investigar, ser curiosos, aventurarnos a lo desconocido?
Ahí lo dejo.