lunes, 8 de febrero de 2021

La Peste del siglo XXI

 Correr en tiempos de pandemia por el coronavirus COVID-19 (SARS-CoV-2)

¿Evasión o resistencia?

Como seres humanos que somos, necesitamos de nuestra sociabilidad en el contacto entre iguales, como del movimiento biomecánico, para sentirnos vivos y movilizar nuestro potencial evolutivo. Nuestra salud integral depende de ello, así como de nuestra alimentación y la retroalimentación de nuestro sistema de recompensa.

Llevamos prácticamente un año de pandemia, con toda la carga de incertidumbre que conlleva una situación que ha puesto a la humanidad entera contra las cuerdas, en una situación en la que no hay "vuelta atrás", porque se vislumbra como un suicidio. Precisamente esa anterior "normalidad" no se recobrará jamás, porque es la que nos ha llevado a este callejón sin salida o a esta situación de urgente cambio de paradigma ante la amenaza de extinción del ser humano como especie que puebla, domina y destruye el planeta que lo ha mantenido con vida desde hace unos pocos millones años.

https://m.europapress.es/ciencia/habitat/noticia-cambio-climatico-pudo-impulsar-aparicion-sars-cov-20210205134332.html

Todavía hoy, somos fieles seguidores del mito de Abraham del "creced y multiplicaos..." dominadores de todas especies animales que han podido caer bajo el yugo humano que se ha creído el dueño del planeta Tierra y aún sueña con colonizar el espacio exterior con la misma mentalidad invasora y depredadora, explotadora... ¿Cuál sería la siguiente etapa? ¿El canibalismo? Porque esto último me recuerda una película con Charlton Heston de protagonista bastante olvidada en su filmografía: Soylent Green (aparecida en España como "Cuando el destino nos alcance" en 1973), que he reconocido siempre que me impactó tanto desde que la vi, que jamás la he podido olvidar. Está basada en la novela de Harry Harrison ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio! en la que el argumento principal es la superpoblación del planeta, su amenaza y la devastación que supone; en ella se introduce la "solución caníbal" para alimentar a millones de personas con los deshechos de los muertos humanos... (cuando, según la publicidad de la empresa que reparte el alimento milagroso "Soylent Green" está hecho de plancton).

https://es.wikipedia.org/wiki/Cuando_el_destino_nos_alcance

https://es.wikipedia.org/wiki/%C2%A1Hagan_sitio!,_%C2%A1hagan_sitio!

Mientras tanto, asistimos a fenómenos que nos parecen insólitos (quizá porque nunca antes fueron retransmitidos como lo son ahora con la rapidez de nuestros medios de comunicación) de rotura de glaciares (https://www.youtube.com/watch?v=EU3kEngk4Rc), como de tormentas de polvo del desierto del Sahara que llegan hasta centro Europa y hasta América (https://www.youtube.com/watch?v=j2n9JPLO1nA y https://www.youtube.com/watch?v=bfdy6NOc3Qo), la fusión del permafrost que también puede liberar "virus dormidos" durante miles de años (https://www.youtube.com/watch?v=B-AjcSeajSw), el derretimiento de los hielos de los polos (https://www.youtube.com/watch?v=f9-fev6zeX4)...

Este es el panorama desolador en el que nos encontramos. Y, mientras tanto, la vida -tanto en las ciudades como en las poblaciones con una "economía acomodada"- ve como noticias pasajeras todas estas catástrofes, haciendo oídos sordos a las amenazas que se ciernen globalmente sobre el paneta sin ninguna excepción, mirando hacia otro lado, intentando negar la evidencia, quizá como un mecanismo de defensa psicológico y social ante estas adversidades ya cotidianas, tan habituales que han dejado de tener un efecto significativo en masas de población que se declaran abiertamente como "negacionistas"...

No podemos obviar una de las más graves consecuencias del "aislamiento social", como se ha venido en llamar a una de los recursos para frenar el contagio, con "cierres perimetrales" y "confinamientos" en todo el país, poblaciones o barrios, como son la tristeza y la desgana, el miedo -desde el simple temor hasta la paranoia- de millones de seres humanos. Si, además, sumamos la falta de movilidad músculoesquelética y la falta de vitamina D del sol y la ya de por sí dieta insana... tenemos el cóctel perfecto para que el sistema inmune humano decaiga y la propagación del virus sea enormemente rápida y genere una catástrofe de la que tenemos unos pocos precedentes, pero que quizá esta sea de proporciones escalofriantes.

Hasta aquí el panorama. Con todo ello, la emergencia es vital: aprender de una vez por todas de los errores del pasado para tomar conciencia global de la situación y romper del todo con las causas que nos han traído hasta aquí. ¿Llegaremos a tiempo? Una vez más, nos vamos a encontrar -nos guste o no- con una "selección natural" entre los miembros de nuestra especie, que de Sapiens Sapiens podemos pasar a ser extinguidos por nuestra miopía y distanciamiento de la realidad: ¿Hommo Squizofrenicus?

Plantearnos de este modo hacer deporte como una actividad lúdica ¿responderá a nuestra necesidad de equilibrio psicológico como evasión ante este desolador presente y oscuro futuro? ¿O será una estrategia y un impulso por resistir y adaptarse a la amenaza del medio natural debido a la acción antropogénica de los últimos dos siglos? Las amígdalas de nuestros cerebros de primates están activadas: lucha, bloqueo o huida. ¿Cuál será la respuesta?