lunes, 30 de octubre de 2017

Fluye más, fluye mejor.

Algo más sobre la experiencia de fluir

  1. Es el día perfecto. Te encuentras estupendamente. Has entrenado bien. Te has alimentado bien. Todo está en una mágica armonía y toda tu atención está enfocada en cada uno de tus movimientos mientras corres. Sabes lo que hay que hacer en cada instante. No hay pasado, no hay futuro; sólo presente. Estás completamente inmerso en la experiencia, sin pensar en nada más, sin distraerte con ninguna otra cosa. Te diluyes y te conviertes en tu propia experiencia, en lo que estás haciendo. "Be water, my friend" te diría Bruce Lee, porque ESO ES LA EXPERIENCIA DE FLUIR (Flow).
  2. En momentos como éste, todos hemos sentido alguna vez que nuestra percepción del tiempo se diluye mientras nos dejamos sumergir en una actividad con la que disfrutamos mucho, como puede ser el correr.
  3. Mihaly Csikszentmihalyi, el psicólogo investigador del Flow, lo describió como "El placer, deleite, creatividad y el proceso en el que estamos inmersos totalmente en la vida". "Fluir es el estado en el que las personas entran cuando están inmersas en una actividad y nada más importa. La experiencia en sí misma es tan agradable que las personas la seguirán haciendo aunque tengan que sacrificar otros aspectos de la vida por el sólo hecho de hacerlo." ¿Nos identificamos bien con ello? ¿Nos reconocemos? Pues ya tenemos mucho ganado, porque la investigación descubrió que esta experiencia de fluir es igual para cualquier persona, para cualquier cultura, en cualquier edad, condición y sexo.

CONDICIONES PARA QUE SE DE LA EXPERIENCIA DE FLUIR

  1. Saber qué tenemos que hacer.
  2. Saber cómo hacerlo.
  3. Saber cómo de bien lo estamos haciendo en el momento presente.
  4. Saber adónde ir a hacerlo.
  5. Tener desafíos ambiciosos.
  6. Utilizar nuestros mejores recursos personales.
  7. Encontrarnos libres de distracciones.
Vamos al punto nº 5: UN DESAFÍO AMBICIOSO

  • Aquí entra en juego nuestra inteligencia, nuestra sensatez, para elegir un objetivo, un reto, que nos sea difícil pero que, al mismo tiempo, nos haga sentir que somos capaces de asumirlo, de alcanzarlo, aún estando un poco por encima de nuestras capacidades. Eso es precisamente lo que nos motiva y lo vivimos como superación personal.
  • El término medio es la virtud. Si se trata de un objetivo demasiado fácil, es muy probable que nos lleva a aburrirnos, a perder interés por él. Si es tan difícil que nos faltan preparación y conocimientos para lograrlo, es muy posible que abandonemos, que nos sintamos frustrados. El reto ha de ser un poco por encima de nuestra capacidad siendo asumible, acorde con nuestras capacidades, para que signifique que el esfuerzo tiene esa recompensa: el logro. Que seguimos hasta el final, sintiendo que nos estamos superando. Ese punto extra que añadimos al reto es el que nos saca de nuestra "zona de confort". Ni demasiado fácil, ni muy por encima de nuestras posibilidades. Ligeramente difícil.

Ahora al punto nº 6: OBJETIVOS CLAROS Y CONCRETOS

  • Superarte a ti mismo. Vencer a un rival. Siguiendo las reglas de juego, lo importante de verdad es tener objetivos claros para entrar en la experiencia de fluir, para dejarlos a un lado y abandonarnos a la experiencia cuando estamos en acción. Una vez hemos definido nuestro objetivo, cuando ya lo tenemos claro y hemos analizado todo lo que vamos a poner en marcha para ello, hemos de estar presentes en el momento de la acción, entonces nos abandonamos a fluir sin más, sin obsesionarnos por el logro. De lo contrario, es muy fácil caer en el bloqueo, en la confusión y en la ansiedad. Fluir significa siempre placer en la actividad.
  • "Una persona feliz está demasiado satisfecha con el presente como para pensar en el futuro", (Albert Einstein).

Y el punto nº 7: CONCENTRACIÓN

  • "Concentrarse en una sola actividad, es la mejor forma, la mejor condición para entrar en la expeciencia de fluir". Quizá nuestro mayor reto sea la no-distracción en el mundo en el que nos ha tocado vivir. Con tanta tecnología como nos rodea, hemos acabado creando el mito de la multitarea, pensando que así ahorramos tiempo o somos capaces de hacer  muchas más cosas a la vez. Las evidencias científicas no van por ahí y demuestran todo lo contrario: que somos menos productivos, porque nuestro cerebro no procesa como un ordenador, no filatra la información igual cuando, con la multitarea, lo único que estamos haciendo es pasar de una cosa a otra rápidamente.
  • Lo que neceistamos de verdad es esatar concentrados en lo que estamos haciendo, que nada nos despiste y que tengamos el control de nosotros mismos en todo momento. Si ponemos el ejemplo de las carreras por montaña lo entenderemos fácilmente, porque cuanto más extremas son las dificultades del medio, como en alta montaña, crestas, etc., más aún necesitamos de esa concentración para no perder la atención y la experiencia de fluir. ¡No se me ocurre correr y saltar de piedra en piedra en una cresta, con precipicios a ambos lados de cientos de metros, pensando si la playlist que estoy escuchando es la adecuada...!
  • La ciencia ha demostrado que si habituamos a nuestro cerebro a cambiar contínuamente de tareas, pierde tiempo, incrementa el número de errores y la retención en la memoria es mucho peor. La adicción a la multitarea se ha convertido en una epidemia tecnológica.
  • En el polo opuesto está quien protege su integridad, su espacio, su entorno, libre de distracciones, para poder fluir con naturalidad. Casi como un ermitaño, quizá "sacrificando" otros aspectos de la vida para centrarse en lo que considera importante. Como un escritor. Como un artesano. Como un científico. Felizmente concentrados en sus tareas, aislándose de todo lo demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario