Caminar descalzo 

Un gesto cotidiano: al acabar el día, cada vez que te abandonas en la cama, dejas tu calzado cerca; lo haces para volver a cubrir y encerrar tus pies cuando llegue un nuevo amanecer, para recorrer las horas despierto y vivir esa experiencia habitual, inconsciente, por unas horas.

Calzarte y descalzarte. Cada día. Cada noche. Un reloj que marca los pasos de tus pies por la Vida.

Sin embargo, con voluntad premeditada y otro significado, un día cualquiera te propones abandonar esa rutina: decides descalzar tus pies y sentir el suelo que pisas. Creo que este es el gesto más humilde que un ser humano "civilizado" de hoy día puede decidir: ir descalzo y sentir el suelo que pisa por donde anda. Tan sencillo como sensitivo -como esa misma desnudez-, este gesto retoma un contacto antiguo, primitivo, animal... volviendo a sentir la Tierra, esa conexión primordial.

Caminar descalzo, entonces, significa también que vas a descalzarte de prejuicios y temores. Supone un gesto interno de la mente del caminante, que desnuda su cuerpo y su mente para vivir -desde las sensaciones de sus pisadas y el camino- la experiencia de estar vivo en contacto con el medio que le rodea.

Caminar descalzo significa, entonces también, que te diriges al encuentro de la experiencia directa, abierta, con actitud de infantil inocencia. Quieres recuperar a ese niño que todos llevamos dentro, para traerlo al presente, para revivirlo.

Todo empieza con esa intención. Después continúas con la confianza. Y no finaliza nunca: solo se detiene tu experiencia cuando sientes la certeza de que habrá otras más, las siguientes, en que caminar descalzo podrá enseñarte algo nuevo o, quizá, algo que ya conocías y recorrerás otra vez.

Vivir este contacto con tus pies entraña ese gesto de humildad y de gratitud a la Tierra que te sustenta, al camino que te enseña cómo pisas, cómo andas, cómo corres o te detienes. Cómo estás en el mundo.

El contacto de tus pies sintiendo la Tierra es el camino de vuelta a esa Consciencia del Origen, de la manera más sencilla, caminando descalzo por ella.

22 de abril de 2022,

Día de la Tierra.