martes, 13 de febrero de 2018

CORRE COMO UN GUERRERO. 1. El adiestramiento del tigre


EL ADIESTRAMIENTO DEL TIGRE




1. La atención plena (mindfulness).
2. Postura.
3. Sensaciones.
4. Entusiasmo.
5. Adaptación a las circunstancias.
6. Just do it... con delicadeza.
7. Aumentar el rendimiento sin preocupaciones.
8. Caminar y yoga.
9. Confianza.
10. Contemplación del tigre: motivación.




1. La atención plena (mindfulness)

  •  Siguiendo las enseñanzas del adiestramiento del guerrero de Shambhala, Sakyong Mipham nos señala que, en esta fase inicial del tigre, "uno de los elementos clave para correr con una mente meditativa es respetar la mente y el cuerpo." Prestamos especial atención y nos enfocamos en nuestra respiración,  postura, pensamientos, sensaciones y la actitud que tenemos mientras corremos.
  • Tanto al meditar como al correr, esta fase del tigre nos va a descubrir cosas sobre nosotros mismos en las que no habíamos reparado. Vamos a intimar con nuestras fortalezas y debilidades, afrontándolo todo con honradez y humildad.
  • La primera instrucción a la hora de meditar es seguir el curso de la respiración, observándola sin juzgar, sin controlar, sin hacer ninguna otra cosa que sólo observarla y no tratar de modificar nada. Aparecen entonces todo tipo de pensamientos y sensaciones... y, en cuanto la mente intenta seguirlos... aparece la ladrona de la atención plena: la distracción. Pero, únicamente se trata de ser conscientes de estos movimientos de la mente y de no seguirlos, de enfocarnos en el movimiento de la respiración. Estamos ejercitándonos en fortalecer el músculo de nuestra mente. Por tanto, hemos de empezar con poco, hemos de ir progresando suavemente, ejercitándonos a conciencia conforme nuestra capacidad. Ni más, ni menos.Y, lo mejor que podemos hacer con nosotros mismos es ser suaves, no castigarnos. Como dice Sakyong Mipham: "un lema de Shambhala asociado con el tigre es 'Sé amigo de ti mismo'". No te castigues inútilmente. Debes ser amable, pero firme cuando aparezca la distracción. Suavidad, delicadeza, es la clave.
  • Esa amabilidad para con uno mismo significa ser condescendiente, honrado y no perder el humor. Con esta flexibilidad, recordarnos que nos estamos fortaleciendo. Además, nuestra mente se hace fuerte muy poco a poco y por ello está más atenta. Esta atención plena nos ayuda en cualquier cosa que emprendamos, puesto que "nuestras percepciones sensoriales son más agudas, nuestra memoria y nuestra focalización más finas y somos capaces de estar más totalmente presentes para los demás."
  • Otro de los grandes beneficios que obtenemos es que una mayor estabilidad: nuestra mente es menos frenética, menos preocupada. Nos sentimos más felices y satisfechos. Esta atención plena (mindfulness) nos aporta esta estado de contentamiento y satisfacción. "No necesitamos más de lo que tenemos, como un tigre orgulloso de sí mismo.El tigre está muy presente. Cuando estamos muy presentes, proyectamos más salud y fuerza. Nos sentimos mentalmente cómodos."
  • "En esta fase del tigre, comenzamos a construir nuestro carácter como meditadores y como corredores." Esta observación sin prejuicios ni tensión, nos indica con claridad cómo y cuánto estamos enfocados o no. Y, "aunque podamos correr, nunca podremos alejarnos de nosotros mismos, porque habremos descubierto cómo nos sentimos al estar atentos. Comprender esto es esencial para tener éxito en el cojín y en la pista."

2. Postura

  • En esta fase del tigre, nos dedicamos también a atender y observar nuestra postura corporal al correr, la alineación de nuestra estructura oseoesquelética, como en la meditación sentada. Nuestro equilibrio y simetría. Liberamos tensiones innecesarias, recomponiendo, una y otra vez, este equilibrio estructural. Al igual que en la meditación, al correr centrados y relajados en nuestro equilibrio y simetría, va surgiendo espontáneamente un estado de dicha y frescura.
  • "Mientras corras y sientas la colocación de los pies en el suelo, presta atención a cómo dejas caer el pie en el suelo. ¿Te dejas caer sobre el talón, la zona central o la región tenar? Si lo haces en supinación o en pronación demasiado pronunciadas, utiliza la atención plena para empezar a contrarrestar esa tendencia." Sin obsesionarte por una forma de correr ideal, pones atención para corregir poco a poco esos pequeños defectos en tu equilibrio o simetría, en el apoyo de tus pies, siendo consciente de ello.
  • Es conveniente, antes de empezar a correr, determinar el destino, la distancia, y la cantidad de tiempo  que podríamos correr. "Hay que tratar de relajarse, soltando conscientemente cualquier otra actividad, plan o preocupaciones. Es una parte esencial disfrutar de la carrera y de sus beneficios.
  •  Una de las técnicas que puedes utilizar en esta fase del tigre, de creación de la base, es contar las respiraciones mientras corres. Cuentas los pasos que ocupan una inspiración y una espiración, una respiración completa, mientras mantienes un ritmo constante y placentero. Cuentas 10 completas y vuelves a uno. Así hasta cien, o lo que determines. Si te distraes, vuelves a observar tu postura, el apoyo de tus pies, sintiendo el suelo, mira la pista, el terreno, el paisaje. Vuelve a prestar a tención a tu respiración, vuelve a tu entrenamiento del tigre, con equilibrio, suavidad, sin excesiva intensidad. Ni demasiado tenso, ni demasiado flojo. Disfrutando de tu carrera en silencio.
  • "Si estás acostumbrado a correr con auriculares y empiezas a notar malestar en el cuerpo, esa pudiera ser una buena oportunidad para quitarte los auriculares y trabajar con la mente. Respira hondo en el dolor y relájate. Si necesitas estirarte, párate y realiza algunos estiramientos. Reduce el ritmo. En esas ocasiones ayuda recordar los beneficios de correr. Intenta inspirarte. Cuando entren en la mente pensamientos negativos, intenta sustituirlos por positivos."
3. Sensaciones
  • Incomodidades, molestias, pequeños dolores... superficiales, que llamamos a menudo "de crecimiento", puesto que son síntomas de que estamos creando esta base, tanto como meditadores como de corredores. Ahora lo que hacemos es sencillamente reconocerlos, tomamos nota de ellos, les prestamos atención, percibiendo cómo nos sentimos. Sin huir de ellos. Este es un importante paso para estar presente. Puede que nos hayamos sentido tensos durante el día y ahora, al correr, nos percatamos un poco más.
  • "Al prestar atención a cómo se sienten la mente y el cuerpo, estás potenciándote a ti mismo y a tu correr. Desarrollar este respeto por la mente y el cuerpo cambia la manera de correr, que pasa de simple ejercicio a un viaje de descubrimiento y de crecimiento. Respetar la manera en que te sientes mientras corres te permite apreciar quién eres en la vida que vives."
  • Evidentemente, esta atención tiene su repercusión física en el cuerpo, puesto que "la atención plena del cuerpo empieza a estimular el flujo de oxígeno, el sistema nervioso y los diversos canales [energéticos] que recorren el cuerpo. Por ello, este nivel de atención plena te proporciona de manera natural más energía, fuerza y vitalidad."
  • Puede que sintamos nuestro cuerpo al principio más bien tenso y pesado, pero más tarde, al correr, su vuelve fluido y fuerte. Después cansado. Pero, prestar atención a todas las sensaciones nos descubre a nosotros mismos y se convierte en una forma de desarrollarnos. La ciencia nos confirma que la consciencia no sólo está en el cerebro, sino que discurre por todo el cuerpo.
  • Así, en el caso de las "inoportunas" lesiones, reconociendo que nos hemos lastimado, esos primeros momentos de reconocimiento son muy importantes. Reconocerlo no es una derrota, sino todo lo contrario: una valentía, puesto que ignorar este instante con toda probabilidad nos llevará a una recuperación más larga. La paciencia será nuestra mejor aliada, buscando también alguna práctica alternativa (como la natación, por ejemplo), para mantener el cuerpo activo. Podemos hacer de nuestra rehabilitación una práctica en sí misma, aprovechando también para profundizar en nuestra meditación, entrenando nuestra mente con delicadeza y también firmeza.
  • "En la formación del tigre, los resultados proceden de ser cordiales con nosotros mismos y conscientes del cuerpo. Y, cuando el cuerpo adquiere más poder y plenitud, eso se manifiesta físicamente. Cuando corremos tenemos más carisma y dignidad. Los atletas que tienen una buena atención plena de su cuerpo destilan poder y fortaleza. Su elemento tigre se manifiesta. Ahí es cuando un atleta pudiera intimidar a otro a causa de su capacidad física. Las mentes de los atletas menos seguros están ocupadas con pensamientos que distraen, por ello hay menos energía en su encarnación física. La encarnación tiene lugar cuando la mente llena por completo el cuerpo y están sincronizados. Es la sensación de estar completo y vivo. Esta sensación es rica y potente. Cuando sucede nos damos cuenta. Y lo que es más importante: lo sentimos. (...) A nivel fisiológico, los músculos se siente plenos y estamos más presentes y somos más fuertes. Como un tigre en la flor de la vida, nos sentimos formidablemente."
  • "Por lo tanto, cuando la mente está encarnada en la actividad física, la atención plena es simplemente el resultado natural. Resulta fácil estar presente y no distraernos. La fase del tigre nos enseña el principio de la encarnación. En el Tíbet, denominamos lungta, o caballo del viento a esta encarnación. El caballo del viento es energía que deriva de la ausencia de ego."
4. Entusiasmo



  • Si es importante poner atención en nuestro adiestramiento inicial, no lo es menos nuestra actitud decidida y apreciar este esfuerzo, generando un compromiso entusiasta desde el principio. Esta actitud de compromiso nos ayudará a mantenernos a lo largo del tiempo. "Al nivel del tigre, la atención plena implica un compromiso total en nuestra carrera. Consideramos el acto de correr como una demostración de quiénes somos. Cuando más significativo consideremos aquello que hacemos, más significativo se torna. Tanto si la carrera es larga como corta, una actitud diligente aporta satisfacción, entusiasmo y vitalidad."
  • "Este principio del entusiasmo hace fracasar a muchos corredores y atletas en potencia. Como consideran que el cuerpo es secundario con respecto a la mente o contemplan su actividad física como un pasatiempo menor o una obligación, son poco entusiastas mentalmente. Cuando finalmente se ponen a correr, solo una cuarta parte de su mente está presente para dirigir el 100% de su cuerpo."
  • La correlación entre correr y meditar, nos la indica Sakyong Mipham de esta forma: "La meditación me ha demostrado además que una vez que empiezas a respetarte a ti mismo y lo que haces -no de manera egocéntrica, sino con aprecio y autoestima- entonces cualquier actividad se torna significativa. La vida ha de ser respetada, apreciada y vivida a tope, en lugar de castigarse o pasar apresuradamente por ella." Un importante consejo. Esto es lo que significa involucrarse en lo que se hace.
  • En una época como la nuestra, llena de distracciones de todo tipo, en la que resulta difícil involucrarse plenamente, por completo, en cualquier tarea diaria; lo hacemos todo con prisa, sin profundizar o sin llegar a completarlas. Como antídoto, disponemos de la meditación que, no sólo nos sirve para estabilizar la mente, sino también para descubrir de qué manera nos podemos involucrar completamente, tanto sentados como corriendo. Pero, para ello, necesitaremos del ingrediente fundamental: el entusiasmo, el valor que le demos, haciendo de nuestra carrera o meditación una tarea significativa. "Correr con entusiasmo convierte el periodo de ejercicio en algo saludable para el cuerpo y también para la mente. En este sentido, estar atento reporta vida."
5. Adaptarse a las circunstancias
  •  Habituarte, acostumbrarte y crear una serie de pequeñas rutinas diarias, hace que sea más fácil mantener tanto la meditación como el entrenamiento físico. Lo primero es considerar la importancia que tiene para nuestra vida y motivarnos cada día de modo distinto.
  • Lograremos nuestros objetivos más fácilmente con una actitud adecuada: equilibrando coherentemente nuestro esfuerzo, que será más consistente si no lo llevamos a los extremos con demasiada intensidad en un momento y ninguna en otro. Recuperar la forma cuando la hemos perdido, por cualquier motivo, puede resultar mucho más costoso o difícil que mantenerla. Hasta puede que nos parezca que es tarde para conseguirlo. Pero, lo cierto es que solo cambiando algunos parámetros de nuestro entrenamiento nos adaptamos otra vez, retomando nuestro programa habitual. Nuestro cuerpo está diseñado para estar sano, vital, para la supervivencia y el movimiento. Solo hemos de encontrar pequeñas motivaciones que nos lo recuerden, como tener cerca nuestro equipo, ropa, para correr, por ejemplo.
  • Otra estrategia que nos ayuda es dividir una tarea que nos puede resultar tediosa o pesada en partes más pequeñas. Como en una carrera de fondo, cuando la parcelamos en kilómetros, o en grupos de 5 km, de manera que no nos resulte opresivo el esfuerzo total.
  • También ayuda el tener una planificación adecuada a los objetivos marcados, siguiéndola pero también adaptándola constantemente a las circunstancias cambiantes de nuestra vida diaria.
  • La suma de pequeños logros dará un resultado final asequible. Esos pequeños logros refuerzan nuestra capacidad y nuestra voluntad. Afianzarán nuestra motivación y nos proporcionarán seguridad.
  • La mejor herramienta en favor de esta continuidad es equilibrar el esfuerzo con delicadeza. Castigarnos no nos ayuda. Hay que huir de los extremos: ni demasiado tenso, ni demasiado flojo. Y hemos de hacerlo sobre la marcha, a cada momento.
  • No tiene por qué ser un problema este ajuste constante en nuestras rutinas de entrenamiento. Al contrario, puede hacerlo más interesante y hacernos disfrutar aún más. "Los obstáculos no tienen por qué ser insuperables, puesto nuestro correr y carácter meditativo se forja a través de estos desafíos."

6. Just do it... pero con delicadeza

  • "Hazlo sin más" fue el eslogan de Nike más famoso durante décadas. Sin embargo, la cuestión importante es el cómo lo haces.
  • La palabra delicadeza no la deberíamos asociadar a laxitud, sino a una actitud sabia y decidida, no agresiva. Para "ser decidido, no es necesario ser agresivo. Los estados mentales agresivos son agotadores. Afectan a nuestro discernimiento. (..) y nos hacen "menos capaces de observar la realidad fielmente." Por regla general, entre atletas de alto rendimiento se observa un sentido del humor suave y relajado, que les permite ser conscientes y tener perspectiva. "Aplicar delicadeza nos reportará longevidad y éxito".
  • "La agresividad es una solución a corto plazo para un problema a largo plazo. La delicadeza es persistente." Es una señal de fortaleza; la agresividad, al contrario, lo es debilidad. El último recurso.
  • Aplicar esta delicadeza en el correr nos evita caer en los estados extremos, convertirnos en hipercríticos; nos ayuda a mantener la atención en nuestro objetivo sin obsesionarnos ni desesperarnos. Nos ofrece la sensación de poder correr indefinidamente. La agresividad nos genera ansiedad y angustia ante la posibilidad de fracaso. "Con delicadeza, dejamos de luchar contra nosotros mismos." Hacemos todo lo mejor que podemos. Con esta actitud, incluso podemos sorprendernos de nuestra propia capacidad, puesto que nuestro potencial no deja de inspirarnos.
  • Por el contrario, la agresividad puede venir de nuestro descontento personal, de nuestra insatisfacción con nosotros mismos. En este conflicto interno, fácilmente podemos dejar de ser cordiales con nosotros mismos y también con los demás. "Ser delicado es animarse uno mismo. Como la delicadeza tiene cierta inteligencia, podemos identificar con claridad nuestros malos hábitos." Este es un punto importante para poder discernir nuestros malos hábitos y cambiarlos por otros mejores y más positivos.
  • Podemos desarrollar esta actitud mediante estrategias como apreciar quiénes somos y hacer las paces con nosotros mismos. "Observa lo que puedes hacer y no dejes que lo que no puedes hacer se conveirta en un obstáculo. En lugar de ello, considéralo como una aventura futura", como un reto, un desafío. Además, la delicadeza te permite aceptar obstáculos imprevistos, mantiene tu confianza, tu entusiasmo.
  • "Ser delicado es comprender que la vida es un viaje que merece una consideración constante." (...) "La delicadeza es 'hacerlo sin más' de manera que podamos hacerlo una y otra vez."

7. Aumentar el rendimiento sin preocupaciones
  • "La gente tiene distintas maneras de lidiar con el estrés: comiendo, bebiendo, haciendo ejercicio y ahora la meditación. Claro, la meditación es uno de los principales paliativos del estrés, y se basa en el principio de saber lo que la mente puede gestionar y lo que no, para luego aumentar su capacidad de gestionar más."
  • Todo depende de la cantidad de actividades que cada persona es capaz de manejar en su actividad diaria y a lo largo de las etapas de vida. Como podemos observar en nuestros día a día, por ejemplo, nuestros avances tecnológicos han creado un aumento exponencial de velocidad y cantidad de información que no todo el mundo puede procesar de igual modo; esto nos lleva a un aumento de la preocupación, y más preocupación nos causa más estrés.
  • Acumulamos estrés física y mentalmente. En ello, como contrapartida, la meditación puede jugar un importante papel al fortalecer la mente, haciéndola más flexible para manejar más pero sin preocupación.
  • La meditación no sólo disuelve el estrés. Funciona como el ejercicio físico: fortaleciendo paso a paso. Una de las claves es "soltar" (los pensamientos, las sensaciones...) mientras nos focalizamos, por ejemplo, en el proceso de la respiración. Aprendemos a soltar meditando.
  • Cuando nuestra mente se habitúa y se acostumbra a la preocupación y a la tensión, toda esta negatividad afecta a nuestro sistema nervioso y, por tanto, a nuestros músculos y a nuestros órganos internos. "Encarnamos nuestras preocupaciones".
  • También, gracias al correr y al movimiento cardiorespiratorio y mayor oxigenación, desbloqueamos y limpiamos tensiones internas. Nos percatamos pronto de cómo nos libera, desbloquea y reduce nuestro estrés. Algo que aún incrementamos más cuando compartimos este estado de satisfacción con amigos y familiares.

8. Caminar y yoga
  • Aún con todas las diferencias que hay entre correr y caminar, muchos de los principios anteriormente mencionados son aplicables igualmente. Caminar, además, probablemente sea el mejor de todos los ejercicios, por su bajo impacto en articulaciones, fomento de la circulación, regulación de la presión sanguínea y su ayuda a despejar la mente.
  • También el caminar lento se utiliza como disciplina meditativa, entre periodos de meditación sentada, como un "yoga andando". "La técnica consiste en caminar lenta y delicadamente, dando pasos cortos y enfocándose en la colocación del pie (descalzo), desde el talón a los dedos, la traslación del peso y luego la colocación del otro pie." Este moviemiento lento, sobre un trazado corto (de unos 10 metros, p. e.), aporta atención plena al cuerpo, sensación de armonía y equilibrio. "Crea un puente excelente entre meditar y correr."
  • El yoga nos puede aportar un equilibrio entre la tensión de correr y el equilibrio de caminar. Corriendo creamos tensión en caderas y piernas. Con el yoga, liberamos y soltamos estas tensiones, ganando fluidez y flexibilidad. También nos ofrece una buena manera de hacer una transición entre la inactividad y el correr, como al aportarnos un nivel de conciencia más integrativo. Lo percibimos especialmente con la respiración y la focalización de nuestra mente en el cuerpo, incluso en sesiones muy cortas.
9. Confianza

  • Hemos de comprender aquí que la confianza se refiere a estar seguro de nuestras propias cualidades. Tanto en la meditación como en el correr, la confianza nos viene porque nos sentimos seguros. Creemos en el poder del cuerpo, como creemos también en el poder de la mente. "En tibetano, la confianza se denomina ziji (que también significa "luminosidad" o "resplandor"). Ziji expresa cómo se sienta y manifiesta la confianza: mentalmente resplandecemos y físicamente relucimos. Tanto correr como meditar sacan a relucir nuestra luminosidad."
  • "En la meditación, ziji procede de la certidumbre en nuestra capacidad de descubrir nuestro despertar innato. A un nivel fundamental, todo el mundo es compasivo y generoso. Por eso decimos que todo el mundo puede alcanzar la iluminación. Aunque las personas hagan cosas estúpidas que les perjudiquen a ellas y a otros, todo el mundo dispone de ese potencial. En la tradición del guerrero de Shambhala, ese potencial ilimitado se conoce como bondad fundamental. A través de la mente meditativa desarrollamos la conciencia de esa cualidad primordial. Cuando sentimos confianza en la calidez y amplitud de nuestro ser, los pensamientos discursivos y las emociones no son problemáticos, porque nuestra perspectiva se ha ampliado. Desde esa perspectiva de bondad fundamental y la confianza que surge de ella, todo lo que nos sale al paso parece manejable."
  • Sin confianza, no dejamos de ver todo tipo de obstáculos. Pero, con confianza cualquier actividad se convierte en camino de aprendizaje y conocimiento.
  • "La confianza surge en el cuerpo a través del movimiento físico, y en la mente a través de la obtención de conocimiento. Lo ideal es hacer ambas cosas."
  • En el caso de las lesiones, nuestra confianza puede resultar que dañe nuestra confianza mental, haciéndonos sentir físicamente deprimidos. Es entonces cuando podemos hacer uso de lo aprendido, de nuestro conocimiento, para no dejarnos abatir y recordarnos nuestro compromiso total.. Así, devolveremos a la unidad de cuerpo y mente la verdadera confianza.
  • Es muy difícil correr cuando se pierde la confianza mental. Hemos de devolver el equilibrio, reavivando nuestra confianza, mientras corremos. Renovar, reconsiderar nuestra motivación.
  • "Por el contrario, si tu confianza mental es fuerte y quieres ponerte en camino pero no has hecho ejercicio recientemente, podrías perder la confianza física, que es algo que empieza debilitando tu confianza mental. En ese caso, supera cualquier desánimo comprobando tu situación física. Recuérdate que tras esa temporada inactivo, los nervios del cuerpo están un poco torpes y que deben ser despertados. Podrías incluso estar incluso en mejor forma de lo que crees. Aprecia estar vivo y recuérdate que tienes la capacidad de volver a ejercitarte." Lo fundamental, en todos los casos, es mantener el contacto con la confianza, reconectando con tu sensación de seguridad en ti mismo.
  • "Deberíamos esgrimir esa confianza sabiamente, pues todas las situaciones son una oportunidad para hacer algo con confianza. Al mismo tiempo, no deberíamos mezclar la confianza con una sensación de bravuconería o agresividad. La confianza del tigre no intenta dominar a otros. Más bien conquista nuestra propia duda, alentando nuestro despertar y nuestras cualidades positivas."

10. Contemplación del tigre: motivación

  •  Contemplación se refiere a elegir un pensamiento y enfocar nuestra atención en él. Como en el caso de la respiración, el pensamiento que elegimos se convierte en el objeto de la contemplación. Este adistramiento en la contemplación nos ayudará a despejar dudas o a generar una actitud determinada. Incluso puede llevarnos a transformar nuestra perspectiva ampliándola.
  • Sakyong Mipham nos recomienda empezar la contemplación en el contexto de la meditación sentada, o meditación formal. primero calmando la mente con la atención a la respiración. Lo mismo que recomienda una contemplación específica para cada fase del correr (tigre, león, garuda, dragón). En esta fase del tigre, con las condiciones previas de postura, respiración, atención plena y conciencia en el presente, empezamos con la contemplación sobre nuestra motivación. (¿Cuál es mi motivación?).
  • Siendo principiante, lo más conveniente es que la motivación sea sencilla, como ponerte en forma, perder peso, correr media hora seguida... Como también puede ser algo menos concreto, como estar más sano y ser menos sedentario o sentirte más fuerte; lo que también podría incluir, por ejemplo, tener una mente más flexible, ser menos reactivo o nervioso... Lo fundamental es determinar cuál es tu motivación, mantenerla, para, más adelante, ir aumentándola. Cada vez que surjan dsitracciones, suavemente, volvemos a esa motivación elegida, pensando en las razones que nos han llevado a ella, por las que nos es útil y positiva. Esencialmente, como un proceso de autoconvencernos, convirtiendo la motivación en algo personal, no teórico.
  • Habituándote, familiarizándote, con este proceso de contemplación en la meditación formal (sentado), lo llevaremos después al correr, a la misma contemplación durante la carrera. Muy probablemente no será igual, pero podrás enfocarte en cierta medida. Al sacar la contemplación a correr, la regla número uno será mantenerte atento. Es decir, inciaremos la carrera prestando atención al terreno, a nuestras sensaciones. Luego inicaremos la contemplación, teniendo en cuenta que con sostenerla unos 5 o 10 minutos será suficiente en un entrenamiento de 45 o 50 minutos, aproximadamente. Cuando llegues a alguna conclusión o sensación durante la contemplación, procuramos mantenerla en nuestra mente.
  • A medida que vas progresando, puedes ir ampliando tu motivación a contextos más amplios, como decidir correr más kilómetros, una carrera de montaña, una maratón... o incluso profundizar aún más con propósitos más amplios, como conocerte mejor, por ejemplo.
  • Después de la contemplación, vuelves a la atención plena y la conciencia presente, enfocando tu consciencia en la forma en que corres, disfrutando de donde estés.


domingo, 4 de febrero de 2018

UNA ACTITUD: CORRER WABI - SABI

Correr Wabi-Sabi

 

 Un UNIVERSO WABI - SABI proporciona:

- Una aproximación integrada a la naturaleza esencial de la existencia (metafísica).
- Conocimiento sagrado (espiritualidad).
- Bienestar emocional (estado de ánimo).
- Comportamiento (moralidad).
- Visión de las cosas (materialidad).
 
1. UNA BASE METAFÍSICA: Todo evoluciona desde la vacuidad y vuelve a ella.

2. VALORES ESPIRITUALES: La verdad proviene de la observación de la naturaleza. La "grandeza" existe en detalles desconocidos y desapercibidos. Se encuentra belleza en la "fealdad".

3. ESTADO MENTAL: Aceptar lo inevitable. Percibir el orden cósmico.

4. PRECEPTOS MORALES: Desprenderse de lo innecesario. Centrarse en lo intrínseco; ignorar la jerarquia material.

5. CUALIDADES MATERIALES: Sugieren el proceso natural. Irregulares. Íntimas. Sin pretensiones. Toscas. Turbias. Simples.



Y todo ésto ¿Qué puñetas tiene que ver con correr?

1.  Apareció de la nada la idea de correr, de moverme rápìdo sobre el terreno, sobre diversos terrenos. Primero la idea. Luego el primer impulso al movimiento, hasta que llegó el último y volver al estado de quietud inicial, como la entropía de cualquier cosa.
2. Durante toda la carrera, solo existe el presente de cada paso. El movimiento natural de todas las especies animales me proporciona su adaptación particular, como el mío propio. Voy descubriendo, descubriéndome, a cada instante, a cada paso, percibiendo mi respiración, mis latidos, mis sensaciones musculares, mi posición en el espacio y mi equilibrio corporal. Percibo detalles desconocidos sobre mi. Ninguna carrera es buena ni mala. Cada una de ellas me "enseña" algo. Me muestra horizontes ignorados o desconocidos.
3. Mientras tanto, acepto lo inevitable: el cansancio, las dificultades y la particularidad del espacio que voy descubriendo a cada paso, solo puedo estar presente y atento a todo. Nada más ocupa mi mente. Me vacío de preocupaciones del futuro o remordimientos del pasado. Solo existe este instante continuo en el que corro. Todo sigue un orden y me encuentro dentro de este orden.
4. Me he deprendido de todo lo que me era innecesario. Corro con lo mínimo que necesito y me siento mucho más ligero. No me importa qué viene antes ni qué viene después. Me estoy adaptando contínuamente a correr y para ello necesito muy pocas cosas, muy poco equipaje. Quizá ahora vaya más deprisa que antes; quizá no, porque hay múltiples razones para que así sea, y voy más despacio. Pero, me despreocupo por la velocidad, por mi posición respecto al resto de gente que también corre.
5. Mi proceso en el correr es único, irrepetible, incomparable. Y cada carrera es una creación única, naturalmente vivida con humildad y con interna satisfacción, sin grandes alardes ni manifestaciones externas. Cada carrera es mi carrera. No hay pretensiones de mejor o peor. Cada carrera es sencillamente un paso tras otro. Así de sencillo.

Y ahora, 
¿no es ésta una actitud Wabi-Sabi en el correr? 

Barefoot Ken Bob