martes, 4 de septiembre de 2018

CUATRO CONCEPTOS Y UNA CLAVE

BAREFOOT & MINIMALIST

 

TRANSICIÓN y ADAPTACIÓN: Llamamos transición minimalista al tiempo de adaptación que necesitamos para adiestrarnos en correr de una manera natural: es decir, con el mínimo calzado o descalzos.
Si ya hacemos algun deporte, será una adaptación distinta: nos tendremos que centrar más que nada en aquellas estructuras que se van a mover y alargar de manera diferente: cadenas musculares que van desde el dedo gordo del pie hasta la cadera por detrás de la pierna. No sólo los pies, puesto que están implicados los tendones de Aquiles, sóleos, isquios y, sobre todo fascia plantar y extensores de los dedos (empeine).
Cuando empezamos a correr (minimalista o no), lo primero a lo que nos adaptamos es a respirar. Necesitamos este tiempo de transición para pasar del sedentarismo al movimiento. 
La 1ª adaptación es siempre la cardio-respiratoria. La 2ª adaptación es muscular; la 3ª es tendinosa; y la 4ª es ósea. De manera que cada adaptación tiene su tiempo, su transición, hasta que llegue ese punto de maestría, en donde se equilibran y funcionan todas las adaptaciones a la vez, tras años de práctica continuada. Técnicamente, se habla de varios años para la mayoría de las personas. Los huesos, por ejemplo, tardan dos años mínimo. Sin  embargo, apenas se necesitan entre 60 y 90 días para poner un cuerpo normal a tono y en forma. Se ha de señalar igualmente que los ligamentos y fibras tendinosas necesitan, como mínimo, de varios meses para llegar a un buen tono.
Por lo tanto, transición significa tiempo de adaptación, que, como vemos, es distinto para cada tejido y sistema.

HOMEOSTASIS Y ENTROPÍA: Homeostasis es un término científico que nos lleva directamente a la idea de equilibrio o, mejor aún, a la tendencia hacia el equilibrio. Una propiedad natural de los organismos vivos que tiende siempre a equilibrarse, a estabilizarse, entre su condición interna y el medio externo. Un sistema de autorregulación de los seres vivos. Por ejemplo, la aclimatación a la altura o a condiciones atmosféricas, temperatura y humedad formarían parte de la adaptación a correr en altura, en climas húmedos, en desiertos, etc. Una reacción homeostática reguladora del ser humano al correr, por ejemplo, es sudar para mantener un frescor necesario. Otro, muy importante: el índice glucémico, el nivel de azúcar en sangre como regulador energético. Y así, podríamos continuar, ya que la homeostasis es la base principal del buen funcionamiento de nuestro sistema inmunológico, de nuestra salud.
¿Y la entropía"A mayor entropía, menor calidad de la energía y mayor tendencia al caos." Si el desgaste que sufrimos es mayor que nuestra capacidad de reequilibrarnos -nuestra capacidad de autoregularnos, la homeostasis de nuestro organismo-, entramos en terreno peligroso, desajustando nuestros mecanismos biológicos de supervivencia.


En resumen, lo que más nos interesa a la hora de comenzar este camino hacia el minimalismo es que lo habremos de hacer progresando en calidad y cantidad entre estos cuatro conceptos. La práctica, las sensaciones y el biofeedback (o retroalimentación) y la integración de nuestras adaptaciones darán la medida de nuestra satisfacción y mejora como corredores minimalistas. Para ello, una clave en dos líneas nos puede servir de gran recordatorio en todo el proceso: NO MUY LEJOS, NO MUY RÁPIDO. La distancia y la velocidad que corramos crearán un diálogo entre nuestro organismo y nuestro esfuerzo. Será de importancia decisiva no imponernos distancias inalcanzables cuando estamos comenzando, como tampoco pretender correr más rápido que lo que nos "permita" nuestro organismo al completo. Tendremos que ir afinando como se hace con un instrumento musical de cuerda: ni en exceso, ni en defecto. Incrementando la práctica conforme podamos asumir el esfuerzo, sin pasarnos y sin que sea demasiado poco.


 Not too far.


Not too fast.

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