jueves, 5 de mayo de 2016

Estrategias para correr con la mente de la "atención plena" (1)

Entrenar (también) la mente


¿Qué significa realmente correr con "atención plena" o mindfulness?
Llevamos como más de 40 años oyendo y leyendo sobre la meditación y ahora, desde hace realmente poco, sobre el Mindfulness. ¿Es lo mismo? ¿De qué se trata? ¿Se puede aprender fácilmente? y ¿de qué nos sirve para correr? ¿Cómo son estas técnicas, qué función tienen cada una de ellas?

Hasta ahora, teníamos más o menos un conocimiento genérico de algunas estrategias mentales o psicológicas para afrontar el cansancio, la fatiga, el estrés, la ansiedad y el dolor en las carreras de larga distancia y ultradistancia. Fundamentalmente agrupadas en dos grandes categorías: técnicas o estrategias asociativas y disociativas. Deteniéndonos un poco en ellas, podemos distinguir sus características diferenciales.

1. Estrategias disociativas. Afortunadamente o no, hoy día disponemos de más "parafernalia" para correr que nunca, ya que nos vemos rodeados actualmente por todo tipo de dispositivos electrónicos que nos miden, nos señalan el camino por GPS y nos trazan el mapa de nuestra carrera, indican nuestro ritmo cardíaco, ritmo de carrera, velocidad, cadencia... y un sinfín de datos y más datos. Están muy bien a posteriori; quizá también en momentos diversos del entrenamiento, efectivamente. Pero, personalmente, sospecho que acabamos haciéndoles más caso que a nuestras propias sensaciones y al conocimiento y aprendizaje que nos brindan nuestro Sistema Nervioso Central. Otros más conocidos aún son los dispositivos para escuchar música con sus auriculares específicos. Bien, pues aquí me detengo. Es sólo opinión personal, pero utilizar la música como estrategia disociativa, para no "pensar" en el dolor, en las molestias, para apartarnos del cansancio y de la fatiga o el aburrimiento en la carrera de larga distancia... tiene más desventajas que ventajas.
Como motivación previa, en un descanso o al final de la carrera o entrenamiento, lo entiendo y lo puedo compartir. Pero no todo el tiempo. El aislamiento lo encuentro alienante, cuando me pierdo oir mi respiración, atender a los latidos de mi corazón, al sonido de mis pisadas y a los sonidos que me rodean, a la separación que me produce con el entorno mientras corro. Desconectamos así nuestro "lado físico" de nuestro "lado mental", creando una separación artificial. Creamos también la ilusión de que "el tiempo pasa más rápido". Es como entrenar sólo una parte: el cuerpo. La mente no se entrena. Podemos "pasar el tiempo" también hablando casi sin cesar si el ritmo es aeróbico y lento, sin atender a nada más, de un modo mecánico, de cualquier cosa excepto de lo que estamos haciendo en ese preciso instante.
De todos modos, en algún momento, nos puede ser útil esta estrategia como distracción, si notamos que nos es necesaria, ocasionalmente. Pero, siendo conscientes de que la estamos utilizando, creo que ganaremos más control sobre nuestro estado de ánimo durante la carrera.
Disociación como sinónimo de distracción.

2. Estrategias asociativas. Por contraposición, podemos entender que estas estrategias tratan de no perder la conexión de nuestra entidad completa, cuerpo-mente, llevándonos a sentir íntegramente cómo es nuestra carrera, su cualidad. Lo que ocurre con estas estrategias resulta paradójico porque, lejos de producir una tensión más, reducen el estrés, mejoran el rendimiento y pueden lograr la disminución de la sensación de fatiga. En definitiva, contribuyen a crear un "estado de flujo" (o flow, como describe Mihály Csikszentmihalyi): un estado mental en el que te encuentras tan inmerso en lo que estás haciendo con toda tu energía, con todo tu ser, de una manera fácil, cómoda, gratificante y que te sigue estimulando como si no tuviese fin, como si pudieses realizarla indefinidamente o durante mucho tiempo, con una sensación de no estar limitado por casi nada... Si sientes este "estado de flujo" en lo que estás haciendo, para nada te apetece disociar; te encuentras inmerso de tal manera en la carrera que solo quieres prolongar esta sensación, vivir este estado plenamente porque es tu "momento cumbre". Asociando, te esfuerzas en correr, en crear en ti esa sensación de que eres "una máquina inagotable de correr". Y, si lo dominas, querrás ponerte en "piloto automático" para no perder esta experiencia, sin perder de vista las emociones que van surgiendo y no engancharte a ellas, solo viviéndolas y aceptándolas todas sin excepción, viéndote deslizarte sin excepción sobre el suelo, sin agobiarte por el esfuerzo.
Sensaciones y experiencias como éstas no se logran ni escuchando música, ni disociándose todo el tiempo por muy buena conversación que puedas tener.
Por tanto, las estrategias asociativas que logran atraer estados de flujo son las más efectivas para el rendimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario