miércoles, 8 de noviembre de 2017

Sakyong Mipham, CORRER Y MEDITAR. Enseñanzas para entrenar el cuerpo y la mente. (Resumen 5)

DOMAR EL CABALLO

"Cuerpo y mente son en última instancia una única entidad. Esa es la sensación de unidad, unicidad o centralidad. Se dice que existe una relación única entre la respiración y la mente. En el Tíbet, decimos que la respiración es como un caballo y que la mente es le jinete. Cuando la respiración es tranquila y controlada, es mucho más fácil acceder a la mente. La palabra tibetana para "respiración", o aire, es lung. Ese viento representa el movimiento y energía por todo el cuerpo.
Un proceso de pensamiento intenso, como una preocupación, incrementa el movimiento del viento. Cuanto más irregular el viento, más recorre el cuerpo. Experimentamos agitación, pensamiento discursovo y altibajos emocionales, que se traducen en estrés, en bloqueo energético. Cuando corremos, ese viento empieza a amainar, y los bloqueos empiezan a deshacerse.
En el Tíbet contamos con una imagen tradicional, el caballo del viento -lung·ta-, que representa una relación equilibrada entre el viento y la mente. El caballo representa viento y movimiento. En su silla monta una joya preciosa. Esa joya es nuestra mente."


"Se dice que en una mente sin aprendizaje alguno, el proceso de pensamiento es como un caballo salvaje y ciego: errático y fuera de control. (...) Si no hemos formado nuestra mente, el caballo salvaje nos llevará allí donde quiera ir."

"En las primeras etapas del aprendizaje meditativo nos resulta extremadamente difícil controlar la mente. Aunque queramos hacerlo, disponemos de un poder escaso para lograrlo, como un jinete vacilante. Queremos concentrarnos en la respiración, pero la mente no deja de salir disparada inesperadamente. Ese es el caballo salvaje. El proceso de meditación es domar ese caballo para que pase a estar bajo nuestro control, a la vez que convertimos la mente en un jinete experto."

Un tópico erróneo respecto a la meditación es el de que no debemos pensar o tener pensamientos. Lo que es totalmente inexacto, puesto que "lo que sucede realmente es que desarrollamos la capacidad de pensar cuando queremos hacerlo y de no hacerlo cuando no lo deseamos. Desarrollamos la capacidad e dirigir nuestros pensamientos y enfocarlos en el objeto de nuestra elección."

"La manera de domar al caballo en cada etapa es devolver la mente a que se centre en lo que nosotros queremos. Al principio, lo que queremos es enfocarnos en la respiración.
Al seguir la respiración y comenzar a marcarle el ritmo, promovemos un fluir acompasado, entrando y saliendo. Este fluir calma la mente, que es como domar el caballo."

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